La nueva terapia, denominada PIPE-307, se dirige a un receptor escurridizo de ciertas células del cerebro que las induce a madurar para convertirse en oligodendrocitos productores de mielina. Una vez bloqueado el receptor, los oligodendrocitos entran en acción, envolviendo los axones para formar una nueva vaina de mielina. Era crucial demostrar que el receptor, conocido como M1R, estaba presente en las células que pueden reparar las fibras dañadas. El científico del Contineum y primer autor, el doctor Michael Poon, lo descubrió utilizando una toxina presente en el veneno de la serpiente mamba verde.